miércoles, 9 de octubre de 2013

Crueldad en Los Orfanatos en China

LAS HABITACIONES DE LA MUERTE

La intención y las estancias tal vez sean de buena intención, pero al momento de ser aplicadas, la burocracia por donde pasan las corroe, destruye y anula. Por ello, en todas partes reina el caos e impera el mal. ¿La causa? Muy sencilla. El mundo le ha dado las espaldas a Dios. Como dice la palabra, “… apartaron de la verdad el oído y se volvieron a las fábulas” (2Timoteo:4:4).


La crueldad y el horror experimentado por los niños en China, bajo la mirada indiferente de la Iglesia Católica y el gobierno corrupto fornicando con ella dejando a los niños morir en una habitación sin darles de comer durante más de 10 días y asi agonizando hasta morir un crimen mas de los gobiernos corruptos y la la mirada indiferente de la iglesia católica.

Hoy, en pleno siglo 21, en los orfanatos en China que dependen del Estado, existen habitaciones de la muerte en los que se abandonan a los bebés que se enferman, para que mueran. Tres periodistas americanos, pasando como empleados de un orfanato americano y portando una cámara oculta, viajaron al milenario país para conocer y comprobar de cerca la cruda realidad. En una provincia, con una extensión menor que Francia en la que habitan 100 millones de personas, ubicaron uno de los mejores y más grandes orfanatos estatales del país asiático. Allí pudieron comprobar, mientras se hallaban en la oficina del director, como son abandonados los bebés. La policía traía una niña que había sido arrojada a la calle y abandonada en un saco. En ese país, con más de 1200 millones de habitantes, las estadísticas indican que nacen unos 21 millones de bebés cada año, lo que representa un nacimiento cada 1.5 segundos.
Den Xiaoping, ex dirigente del gigante asiático, dio un decreto en 1979 en el que indicaba que se debía controlar el crecimiento de la población china. Textualmente dijo: “Utilicen los medios que crean necesarios para controlar la población de China. Háganlo sin más. Gracias al apoyo del Comité Central del Partido Comunista de China, no tienen nada que temer”. Ello fue lo que dio inicio a la política de un solo descendiente por familia. Ley que dicta que cada familia no puede tener más de un hijo, lo que ha generado el abandono de un gran número de bebés en los orfanatos estatales. Esta ley, que el pueblo chino detesta, ha despertado la condena internacional hacia el gobierno. 

Una mujer, que ya tenía cinco meses de embarazo, contó como la policía cuando descubrió su estado, por orden del gobierno, fue obligada a abortar. La llevaron al hospital donde le dieron una medicina que mató al bebé, y después se lo sacaron. Tuvo que parir un niño muerto. A la vez que la hicieron abortar, también la esterilizaron.

Se cita que desde que se dio la ley del hijo único han desaparecido no menos de 15 millones de niñas lactantes, lo que  significa un promedio de dos por minuto. Ello debido a la preferencia de los niños sobre ellas. Por una ecografía, si el bebé es una niña, es abortada. En términos generales los informes estadísticos dan cuenta de que en China se abandonan un promedio de 1 millón  de bebés cada año, especialmente niñas.

Los bebés que logran sobrevivir, permanecen en los orfanatos atados de pies y manos a una silla sobre un balde a modo de urinario donde pasan el día con toda su ropita húmeda por cada vez que se orinan, y la única actividad que tienen es un balanceo interminable sobre la silla que dura todo el tiempo que permanecen despiertos. Hay orfanatos que por la cantidad de niños, sobre todo en época de verano donde la temperatura alcanza los 40° centígrados, estando cinco en una cama, uno de ellos muere por el calor, indefectiblemente. Por ello ya no hay habitaciones separadas para los agonizantes, sino que todo el edificio es una sala de la muerte. Cabe añadir que en una de las ciudades más modernas, a tan solo media hora de un hotel de cinco estrellas, se ubica el orfanato más paupérrimo de toda China.
http://www.protegeatushijos.org/inicio/2013/1/11/orfanatos-de-muerte-en-china-ante-la-indiferencia-del-gobier.html#.UledTq7ir90 


Las habitaciones de la muerte



Pero eso no es todo como bien lo explica el video al final nos muestra los últimos momentos de una niña llamada Mei Ming es una clara muestra  del rechazo rotundo que hay por no querer a las niñas, por el solo  hecho de ser niñas, y si no te atreviste a ver el video pues también nos cuenta que si la mujer es descubierta embarazada sea en el mes que esté la hacen abortar con el menor cuidado.

 
En lo personal nunca en mi vida me senti mas triste después de ver esto, Mei ming, lloró y dentro de mi, lloré junto con ella, senti tanto dolor como creo que pocas veces en mi vida lo habia sentido, no es justo, por qué los humanos somos asi...??? no lo puedo entender....
Me siento tan adolorida, espero que si en realidad el Cielo existe, ella este al lado del Creador y tenga eternamente todo lo que no se le dio aqui en este horrible mundo.

http://www.postadopcion.com/images/orfanato_chino.jpg 
Según la ONG Save the Children, el mejor país del mundo para nacer a estas alturas de siglo es Suecia, mientas que Somalia es el peor, entre una lista de 168 naciones del mundo mundial. La clasificación final la ha elaborado con datos facilitados por la ONU sobre mortalidad infantil, asistencia sanitaria y escolarización, aunque el argumento más importante es la supervivencia del recién nacido: sólo 3 de cada 1.000 niños suecos fallecen con menos de cinco años de edad mientras que los somalíes, la otra cara de la moneda, mueren en proporción de 180 por cada 1.000. En el caso de España, la estadística indica que son 4 de cada 1.000 lo que sitúa este país en el puesto número 12 (vaya..., qué redondo), inmediatamente por debajo de Eslovenia y por encima de Portugal. Dice Save the Children que cada día fallecen unos 22.000 menores de cinco años en el mundo por causas que pueden prevenirse y evitarse, básicamente por falta de alimentos y asistencia sanitaria. Es una proporción alta, aunque teniendo en cuenta los problemas demográficos que empiezan a agobiar seriamente a tantos países (sobre todo en el Tercer Mundo) da la impresión de que la misma Naturaleza regula con estas muertes un mayor exceso de población humana sobre la superficie del planeta.

Aseguran los portavoces de la ONG que el contraste entre los primeros y los últimos países de la lista es "dramático" y "deja patente la urgente necesidad de acelerar los avances en salud y bienestar" tanto para los niños como para sus madres. Por ejemplo, la práctica totalidad de los infantes españoles, franceses, italianos..., completan el ciclo educativo desde preescolar hasta la escuela secundaria mientras que en el caso de los somalíes, al menos dos de cada tres no conocen lo que es una escuela primaria. La mayoría de ellos se ven forzados a trabajar desde muy temprana edad y muchos otros son obligados a empuñar las armas y convertirse en carne de cañón desde la más tierna edad, cuando no condenados a padecer todo tipo de abusos y vejaciones sexuales. Es increíble que tengamos la caradura de llamarnos a nosotros mismos "homo sapiens" y de considerar lo nuestro como una verdadera "civilización", cuando somos capaces de practicar a diario las mayores aberraciones con las criaturas más indefensas del planeta.

Conozco el caso de unos amigos que, teniendo hijos propios naturales, decidieron adoptar una niña china en un intento por salvar, al menos, a una pequeña del brutal sistema de orfanatos del coloso amarillo. Un grano entre el mar de arena. Mis amigos no sólo conocían personalmente el país (donde habían trabajado e incluso habían tenido oportunidad de comprobar el destino de las pequeñas) sino que habían visto estremecedores documentales sobre las cárceles infantiles en las que malviven estas niñas sólo porque han tenido la mala suerte de nacer mujeres y el sistema de China sólo premia a los hijos varones, con lo que tantas madres que dan a luz a las "decepcionantes" hijas las abandonan de mala manera, cuando no acaban de manera terrible con sus vidas. Después de largos y complicados trámites, consiguieron que la niña llegara a su hogar: tenía tres años y no levantaba dos palmos del suelo, pero lo primero que hizo al llegar a casa de mis amigos fue coger un trapo y ponerse a limpiar..., porque eso era lo que le habían enseñado en el orfanato. 

Hoy esta chiquilla es ya una alegre adolescente, perfectamente integrada en nuestra sociedad como una más, aunque forma parte de eso que se ha llamado "los nuevos españoles" por aquello de que sus rasgos raciales no son precisamente caucasianos. Al menos ella ha podido salvarse del infierno de su país de origen y ha conseguido disfrutar de una cuota de amor y ternura, cuidados y compasión que jamás habría tenido si alguien no hubiera decidido comprometerse primero consigo mismo y luego con ella. Es difícil saber lo que pasará por su cabeza cada vez que piense en su origen, aunque está claro que no será precisamente afecto ni por el país donde nació ni por su familia natural.

Cuando se conocen de cerca casos como éste dan ganas de juntarse con otros alumnos de la Facultad de Dios y organizar un Apocalipsis en serio para destruir a todos los mandamases de este mundo de una sola vez, por dejar que las cosas sigan siendo como son en este planeta. Lo que pasa es que tampoco depende de ellos: los "malos" también cumplen su función, después de todo, aunque en nuestra rabia o nuestra indignación a menudo seamos incapaces de ver cómo encajan dentro del gran reloj cósmico. Una de las lecciones que mi tutor el Gran Dios Thoth me repite un día sí y otro también es que no venimos a la Tierra a pasar simplemente el rato, sino a aprender. Esto es como un videojuego, o como una gymkana, o como unos juegos olímpicos de la vida..., donde uno sufre todo tipo de pruebas y siempre es más importante entender lo que le ha pasado a uno en la competición que el hecho de si ha sacado medalla de oro o ha entrado en la última posición de la carrera.
Así pues, siempre habrá pobres, siempre habrá víctimas, siempre habrá niños somalíes... ¿Significa eso que tenemos que despreocuparnos del asunto?
No, la actitud personal depende única y exclusivamente de cada cual. Es uno mismo quien debe elegir qué hacer o si hacer algo, de la misma forma como mis amigos eligieron salvar al menos a una niña china, pero haríamos bien en actuar de acuerdo con el viejo código de honor del Samurái: "Actuar como si la vida nos importara, como si las cosas nos importaran, aunque en el fondo nos dé igual pues estamos preparados para morir en cualquier momento." 

"TOMEMOS CONCIENCIA SOBRE ESTO, Y NO SEAMOS CÓMPLICES DE ESTE TIPO DE TRATOS EN ESTE TIPO DE INSTITUCIONES."
SI CONOCES ALGUN ORFANATO U HOGAR DE NIÑOS, VISITA Y VE CON TUS PROPIOS OJOS CÓMO ES AQUEL LUGAR, SI ES APTO PARA NIÑOS, Y SI NO LO ES, PUES DENUNCIA Y HAZ CONOCER ESTE HECHO.
"PUEDE QUE NO CAMBIEMOS EL MUNDO PERO PODEMOS CAMBIAR SU MUNDO."