La Televisión y el Estudio de los Niños
Uno de los principales obstáculos en el hogar para que éste sea un
ambiente propicio para el estudio, la lectura y el desarrollo
intelectual es la televisión. Ésta, vista con exceso y sin control,
crea dependencia (teleadicción), y fatiga mental en todas las
personas, aunque más en los niños. Si se convierte en el único recurso
para llenar el tiempo libre, dificulta la comunicación e impide que
se consigan hábitos como el leer, escribir, conversar y jugar, y que
se disfrute de otras aficiones y hobbis.
Así, la televisión puede ser un gran obstáculo para los estudios y
puede ser reponsable de un factor importante del fracaso escolar ya
que quita tiempo para el estudio y genera situaciones de pasividad,
abandono y conformismo, lo que contrasta con las actitudes básicas
para el estudio: acción, decisión, esfuerzo, constancia y sacrificio.
Tengan en cuenta que para los niños es muy difícil empezar a
estudiar después de dos o más horas de televisión, pues supone pasar
de una situación muy cómoda (pasividad, poco esfuerzo, diversión y
no pensar) a otra que requiere acción, esfuerzo para comprender,
recordar, relacionar, expresar, etc., y, no olvidemos, también algo de
aburrimiento para algunos niños.
No obstante, la importancia recae en
saber dónde están los límites de uso y entender que es un medio de
comunicación con gran poder de sugestión sobre el individuo, y que los
niños no son capaces aún de discernir sobre su utilidad adecuada, más
bien se dejarán llevar por lo que tiene de atractiva y adicctiva.
En mi criterio personal, como yo no tengo hijos pero son ustedes los padres los que deben prestar la ayuda a sus hijos,
con sus criterios claros sobre este medio, para que la utilcen
adecuadamente y no les interfiera gravemente en su proceso de
estudiante. En ustedes recae la responsabilidad de limitar el tiempo
que sus hijos dedican a ver la televisión y de seleccionar los
programas que ven, al mismo tiempo que consiguen de sus hijos que
entiendan e interioricen lo importante que es para ellos esta postura.
Háganles comprender que no es un “capricho” ni imposición de ustedes,
sino una medida más de las que les conviene para sus vidas.