Bulimia en los niños
La bulimia nerviosa, un desorden alimenticio y psicológico, se caracteriza por ingestas excesivas de comida en un corto tiempo y la búsqueda de métodos para eliminar los alimentos como el vómito, uso de laxantes o ayuno.
Provocarse el vómito para evitar subir de peso no es algo que surge de la nada en un niño, sino que ha visto a alguien hacerlo, ya sea un amigo, en la televisión o en su casa. Así lo afirma la psicóloga clínica Lucía Perelló, quien señala que, a pesar de que el gran porcentaje de los casos de bulimia se presentan en adolescentes, cada vez se ven más casos de niños pequeños, hasta con 8 años.
¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia nerviosa, normalmente llamada bulimia, se define como episodios incontrolados de comer en exceso (atracones) seguidos normalmente de purgas (auto-inducción del vómito), mal uso de laxantes, enemas, o medicamentos que producen un incremento en la producción de orina, ayuno o ejercicio excesivo para controlar el peso. Los atracones, en esta situación, se definen como comer cantidades mucho más grandes de alimentos de las que se consumirían normalmente en un período corto de tiempo (normalmente menos de dos horas). Los atracones de comida se producen al menos dos veces a la semana durante tres meses y pueden producirse incluso hasta varias veces al día.
Causas
No hay causas específicas, sino muchos factores que influyen a que la bulimia aparezca. Dentro de ellas está el comportamiento de los padres. Una niña que vea a mamá que solamente coma lechuga,
¿Qué va a aprender?
Que uno tiene que ser flaco para estar bien. Incluso las madres muchas veces influencian a las niñas con la ropa que les ponen o con comentarios como estás medio gorda, deja de comer dulces que te vas a poner gorda, mira a tu amiguita qué flaca es. Ese tipo de cosas afectan y a veces los padres lo hacemos sin darnos cuenta, advierte Perelló, especialista en psicopatología del desarrollo infanto-juvenil.
Este pequeño comentario tomarlo en cuenta por el bien de sus hijos para que tengan un crecimiento sano y un desarrollo normal.
¿Qué va a aprender?
Que uno tiene que ser flaco para estar bien. Incluso las madres muchas veces influencian a las niñas con la ropa que les ponen o con comentarios como estás medio gorda, deja de comer dulces que te vas a poner gorda, mira a tu amiguita qué flaca es. Ese tipo de cosas afectan y a veces los padres lo hacemos sin darnos cuenta, advierte Perelló, especialista en psicopatología del desarrollo infanto-juvenil.
Este pequeño comentario tomarlo en cuenta por el bien de sus hijos para que tengan un crecimiento sano y un desarrollo normal.
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